jueves, 7 de febrero de 2008

Hablemos, pero no mintamos tanto

Hace poco tiempo que estoy leyendo las paginas de su periodico y acabo de leer las declaraciones de Silvio Rodriguez, cantautor cubano, como yo y el cual conozco por haber vivido en Cuba hasta hace relativamente poco tiempo.
Confieso que no fui, ni soy su "fan" pues su forma de actuar y su caracter, un poco prepotente, no fueron, ni son de mi agrado. Siempre, desde que se hizo una figura publica, fue y es una persona la cual goza de ciertos privilegios que una parte de nuestro pais disfrutan. Soy de su generacion, por lo cual tambien vivi la experiencia de poder ir a un Hotel, no solo con 30 pesos, sino con menos, ya que los que costaban 30 pesos eran los de lujo, pero habia otros que costaban menos. Admiro al muchacho que en reunion con Ricardo Alarcon planteo tan valientemente la situacion que se esta viviendo actualmente en Cuba en cuanto a los aspectos divulgados y que incluyen la imposibilidad de entrar a un Hotel, no solo con pesos cubanos, sino tambien con moneda libremente convertible, a no ser los que se casan o los que son premiados por su labor en el trabajo y se lo dan como estimulo, estamos de acuerdo que es la realidad.
Lo que si no entiendo que una persona que tiene acceso a ellos, primero cuando le toco vivir la epoca de pagar con los 30 pesos y ahora que no se con que los paga, pero entra, hable de esa manera, pues si les aseguro que no ha vivido en carne propia la realidad que viven los demas.
Estoy de acuerdo tambien, que cada uno tiene derecho a expresarse libremente, pero por favor, miremos de quien viene el comentario o las declaraciones y miremos que en reallidad si alguien no puede quejarse de su situacion es quien las hizo, pues para el no ha habido ninguna restriccion ni para entrar a un hotel, ni para viajar a ninguna parte, de hecho escogio para vivir un pais latinoamericano y creanme que no todos tienen ese derecho.
Gracias por permitirme hacer este comentario y espero que muchos que lo lean sepan que no estoy diciendo nada que no sea la verdad pura y sencilla y que sirva para que seamos capaces de poder valorar lo que es real y lo que se dice solo para hacerse oir a quienes asi lo prefieran.